10 Consejos para cuidar tu coche nuevo

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Cuando nos compramos un coche nuevo o seminuevo, nuestro anhelos es que se mantenga siempre como el primer día. El primer rasguño nos duele en el alma, sobre todo a los más fetichistas. No obstante, es bastante complicado e inevitable que nuestro vehículo sufra las consecuencias de su uso más o menos continuado, ya que a pesar de que seamos cauteloso, hay incidentes imprevisibles e imponderables que harán mella en él. Para que, a pesar de esto, se conserve en las mejores condiciones os vamos a dar unos consejos muy útiles.

Lo primero que siempre debéis tener en cuenta para mantener vuestro auto es que conductor precavido vale por dos: intenta conducir siempre bien y no ir con prisas (lo que no significa ir despacio) e ir protegido con un buen seguro. No es necesario que aprendas mecánica, pero si estás un poco pez en coches, busca alguien que te aconseje o busca un par de páginas de referencia para resolver dudas, como la de marca de tu coche nuevo u otras de expertos como Arpem coches.

Sin más dilación os dejamos las consideraciones que debéis seguir necesariamente para cuidar vuestro nuevo vehículo.

1.  Conducción económica y suave

Una de las cosas que más dañan el motor, los frenos o los neumáticos es conducir mal. No sólo estaremos más expuestos a accidentes y multas, sino que los cambios mal hechos o muy bruscos, los acelerasen y las velocidades altas (sin necesidad) o hiperrevolucionadas machacan la mecánica del coche y, además, hacen  gastar más combustible.

2. Elige un buen seguro adaptado a tus necesidades.

Aquí es donde se nos va a ir una parte muy importante del presupuesto, así que hay que ser muy cautos y escoger una buena paliza. Hoy en día hay infinidad de compañías con un montón de opciones y ofertas, tanto las de toda la vida, como otras low cost o incluso las que se tramitan y gestionan online, con diferentes coberturas y precios. Si haces la búsqueda manualmente esto os va a llevar mucho tiempo, por eso os recomendamos un comparador de seguro de coche.

Uno de los que debes probar, ya que es muy eficiente, es el de Arpem coches: rellenas un formulario con tus datos como conductor (edad, años de carné, accidentes o multas en los últimos años) y los de tu coche (marca, modelo, antigüedad, kilometros, frecuencia de uso), y el tipo de cobertura que quieres, lo que no te lleva más de 2 minutos como mucho y en apenas 48 segundos obtienes un listado con las ofertas de la polizas que existen con estas características. No sólo los puedes ordenar por precio, la página de arpem, experta en motor, te ofrece la opción de verlos por relación calidad precio, por nivel de calidad de servicio o por la valoración persona de sus asesores y redactores.

Desde esta página de Arpem, que puedes guardar en un mail, llena de enlaces a las diferentes aseguradoras puedes ponerte en contacto con ellas para iniciar el resto de tramites de manera online, telefónica o reservado cita en una oficina.

Recuerda que debes meditar que te viene mejor, porque el seguro debe proteger tu coche pero no ahogarte, ya que si te cuesta demasiado pagarlo, no tendrás, por decirlo así, para mucha gasolina.

3. Ten cuidado al aparcar

Aunque parezca mentira los desperfectos más comunes y frecuentes se realizan a la hora de aparcar. Estacionar  bien es todo un hallazgo ya que es muy fácil encontrar obstáculos dispuestos a golpear puertas, bajos o rallar la chapa de nuestro coche. Así que tomároslo con calma y medid con paciencia la distancia con la acera para evitar bordillazos, golpear volardos, especialmente al abrir la puerta y las distancias y ángulos cuando tenemos poco espacio de margen respecto a otros vehículos o columnas del parking.

4. Lava bien el coche

Si amas tu coche, lo querrás tener limpito, pero estate atento a cómo lo haces: cerciorate que el túnel de lavado que usas es de confianza (para esto internet y sus foros son de gran ayuda) o hazlo tú mismo en cabinas con agua presión. Si optas por hacerlo a la antigua con esponja y manguera, no uses jabones abrasivos y cuidado por donde pasas el chorro de agua (sólo limpialo por fuera)

5. Revisa tus neumáticos

Es una de las partes más expuestas del coche ya que está en todo momento en contacto con la carretera. Vigila el estado de su dibujo y relieve, la profundidad de sus hendiduras y, por supuesto, la presión del aire.

6. Cuida las lunas.

Con esto vienen dos cosas. Por un lado, no alargues la vida de tus limpiaparabrisas, cuando veas que no funcionan o que están desgastados no te demores en cambiarlos, ya que pueden estropear el cristal y empeorar la visibilidad. Compra unos buenos, ya que ver bien es fundamental para no tener problemas en el viaje.

Por otro lado, si sufres un chinazo o breve impacto en alguno de los cristales (luna o ventanas) no lo dejes pasar: en un primer momento no tiene importancia y es fácil de resolver sin tener que cambiar el cristal, pero si esperar y se rompe del todo puedes llevarte un susto grande.

7. No te confundas al repostar

Si has cambiado de gasolina a diesel, o al revés, al hacerte con tu nuevo coche, no te confundas al llenar el depósito, ya que la acidez y la corrosión que genera en el motor está confusión puede acabar con él. Si eres despistado/a puedes poner una pegatina en el interior del tapón del deposito como recordatorio.

8. Garaje o calle

Una de las cosas que más preocupa a los conductores es qué pasa con sus coches una vez aparcados, lo que otros pueden hacerle al vehículo mientras no estamos, sobre todo por la noches. De ahí que dentro de los gastos derivados del coche se encuentre la de alquilar una plaza de garaje. Esta opción es más que recomendable en ciudad, donde, además, es mucho más difícil encontrar aparcamiento. Aquí dependerá mucho de nuestras posibilidad de inversión en el coche. Si te reduces el coste de tu seguro o si no gastas en multas por ser buen conductor, es una recomendación nada desdeñable para un coche nuevecito.

Si no te queda otra que dejar el coche en la calle: estudia los sitios donde puede quedar mejor aparcado, donde crees que estará más seguro y compra algún sistema antirrobo, aunque no sea muy caro, ya que funcionará más como método disuasorio que como realmente defensivo.

9. Talleres de confianza

Conocer un buen taller que sepamos que va a arreglar con mimo cualquier desperfecto que tenga el coche es muy importante una vez que ha pasado, que no nos vaya a estafar, cobrar de más o sacarnos reparaciones invisibles. Infórmate bien: pregunta a conocidos o recurre a los sitios de coches de la web. Si, además, encuentras uno que esté adherido a la lista de talleres de tu póliza, mejor que mejor.

Tampoco te dejes llevar por lo más barato, ya que eso tampoco te asegura que te vayan a hacer el mejor trabajo. Una vez más, intenta conseguir información o consejo sobre el taller que te interese.

10. Revisiones a punto

En el tema de revisiones, el taller también ayuda. No te olvides de hacer cada una de ellas en los kilometros estipulados, cambiar el aceite, frenos o ruedas cuando esté especificado en el libro de mantenimiento del fabricante

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