Sin lugar a dudas que tener un auto nuevo es el sueño de todo hombre amante del mundo del motor. No obstante, ¿qué sucede con nuestra calidad de manejo, nuestras habilidades al conducir y sobre todo nuestra postura al volante? Estas cosas muchas veces no son tenidas en cuenta, creyendo que todos sabemos manejar a la perfección capaces de pilotar hasta un F1 super deportivo.
Sin embargo, se sabe que tanto los hombres como las mujeres suelen cometer errores clásicos al momento de manejar.
Una de las principales causas de los accidentes de tráfico, es la mala postura del conductor al volante. Un mal agarre del mismo o la mala ubicación del asiento frente a la columna de dirección puede afectar considerablemente el tiempo de reacción del conductor ante un imprevisto.
Usualmente nadie sabe cuál es la posición ideal que se debe adoptar, acostumbrándose a poner el asiento y la columna de dirección a su gusto, sin pensar si es lo más adecuado.
Se sabe que un conductor que está mal sentado, sufre y siente mucho más rápido el cansancio, frente a aquel que está correctamente ubicado.
Lo que hay que saber en cuanto a distancia, es que el asiento debe permitir a la pierna que presiona el embrague a fondo, estar ligeramente flexionada. Ni muy estirada, ni muy flexionada. Cuando este pie no se utiliza, se coloca en el paso de rueda, para dar mayor estabilidad al conducir.
La altura del asiento debe permitir ver tanto el capó del auto como la luna trasera, por todos los espejos. En cuanto al respaldo, nunca debe estar acostado, siempre lo más vertical que se pueda, aunque sin exagerar.
En relación a la columna de dirección, la misma debe quedar a una distancia de brazos, en donde las muñecas se apoyan en la parte superior del volante. De nuevo, al igual que las piernas, ni muy extendidos, ni muy flexionados. Ligereza es la clave. Estos consejos harán que el conductor tenga la seguridad ante un eventual imprevisto.
