De todos los deportes de motor de los que se puede disfrutar, sin lugar a dudas el que presenta una mayor innovación tecnológica sumada a la emoción de las carreras es la Fórmula 1, que comenzó siendo una competición para constructores de automóviles y que a día de hoy se vale de la pericia de pilotos con talento que se han convertido en verdaderos héroes, sobre todo para los aficionados que todos los fines de semana de carrera llenan los circuitos esperando a que se empiece a escuchar el sonido de los motores rugiendo dentro de los talleres de las escuderías y saliendo a dar las primeras vueltas al circuito para calentar los neumáticos antes de la carrera.
Las mejoras mecánicas que se desarrollan en los vehículos de Fórmula 1 se prueban primero en simuladores y bancos de pruebas hasta montarlas en los coches de competición durante las carreras, que es en realidad la auténtica prueba de fuego que demostrará si la innovación cumple las expectativas y funciona realmente bien.
Algunas de estas mejoras con el paso del tiempo no se permiten en los vehículos de competición, pero una vez que se ha demostrado su eficacia pueden pasar a fabricarse en serie para ir incorporados a todo tipo de vehículos comerciales de gama alta en un principio y tal vez extenderse a otro tipo de modelos más adelante, como ha ocurrido con algunos sistemas de seguridad pasava como los frenos ABS o la dirección asistida, que comenzaron formando parte de los mejores automóviles de competición y ahora los podemos disfrutar todos los conductores.
